Moscú presentó su plan a la ONU con el objetivo de permitir evacuaciones médicas urgentes y la entrada de la ayuda humanitaria a la ciudad siria.
El gobierno ruso ofreció a la ONU detener cuatro días, durante once horas cada una de las jornadas, sus bombardeos sobre el este de la ciudad siria de Alepo a partir de hoy, con el objetivo de permitir evacuaciones médicas urgentes y la entrada de la ayuda humanitaria a través de corredores controlados por las fuerzas rusas.
Así lo anunció el coordinador de la ayuda humanitaria para Siria, Jan Egeland, en declaraciones a la prensa desde Ginebra donde señaló que Moscú «nos ha confirmado que tenemos once horas diarias por cuatro días, en vez de las 8 ofrecidas inicialmente, que nosotros explicamos era un plazo muy corto y complicado»:
«Ellos aceptaron», exclamó satisfecho Egeland a los periodistas, citado por la agencia de noticias EFE.
El responsable indicó que se le pidió a Rusia que los cuatro días comprometidos no empiecen a contarse desde este jueves, sino desde el viernes, ya que no se recibieron con antelación las garantías de seguridad necesarias y las evacuaciones sólo podrán empezar mañana.
«Ahora tenemos todas las luces verdes que necesitamos de parte de Rusia, del Gobierno sirio y de los grupos opositores», comentó.
La ONU estima que hay más de doscientas personas, entre heridos en los ataques y enfermos graves, que necesitan ser evacuadas de manera urgente desde la sección este de Alepo que controlan los grupos rebeldes.
La operación, que será llevada a cabo por personal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Comité Internacional de la Cruz Roja, implica que cada evacuado abandonará la ciudad acompañado de su familia.
Paralelamente, se espera que la ONU puede hacer entrar cargamentos de medicamentos y otros suministros médicos en la ciudad, que lleva más de tres meses completamente cercada, lo que a partir de entonces hizo imposible cualquier suministro de ayuda humanitaria.