El glaucoma es una enfermedad de los ojos que genera daños irreversibles en la vista. Es peligroso porque no suele presentar síntomas en sus comienzos. Por esta razón, se lo suele llamar “el ladrón sigiloso de la visión”. Pero hay una buena noticia: con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la gran mayoría de los pacientes con glaucoma conserva su visión.
Hoy dialogamos con el Dr. Diego Croce, para conocer más detalles de la enfermedad y su tratamiento. Esto nos decía:
¿Qué lo causa?
Dentro del ojo hay un líquido transparente que se genera y se elimina constantemente se llama Humor Acuoso. A veces, por distintas razones, la salida de ese líquido por sus canales naturales se obstruye, lo que aumenta la presión dentro del ojo. Esta presión intraocular alta comprime el nervio óptico y los pequeños vasos sanguíneos que lo nutren, produciendo daños paulatinos pero irreversibles.
¿Qué síntomas presenta?
Habitualmente, el glaucoma no presenta síntomas en sus inicios, así que si los advierte, es posible que su visión ya esté afectada.
A veces puede notar:
• Impulso de cambiar frecuente de anteojos (porque ninguno es satisfactorio). • Dificultad para adaptar la vista en lugares oscuros.
• Pérdida de la visión lateral.
• Arcoíris en forma de anillo alrededor de las luces.
• Dificultad para enfocar la vista en objetos muy próximos. Estos síntomas no siempre son señales de glaucoma, pero si usted detecta alguno de ellos, es conveniente que visite a la brevedad a su oftalmólogo.
¿A quién ataca?
El glaucoma puede afectar a cualquiera. Sin embargo, hay personas que tienen más riesgo de padecerlo:
• Personas mayores de 40 años.
• Personas con familiares directos que padecen glaucoma. • Personas que han sufrido traumatismos en los ojos.
• Personas que usan corticoides (en cualquier formato).
El examen de detección del glaucoma es rápido e indoloro. El oftalmólogo lo revisará con diferentes aparatos para observar el fondo de sus ojos y tomar su presión intraocular.
En caso de detectar posibles síntomas de glaucoma (presión intraocular alta o algún daño en el fondo de ojo), su oftalmólogo le realizará otros estudios para evaluar la necesidad de iniciar un tratamiento. Estos estudios forman parte de la consulta habitual. Recuerde: asista a su oftalmólogo al menos una vez por año y evitará sorpresas.