Los familiares de Andrés Quinteros, el kayakista que despareció hace ya 17 días, llevaban dos semanas instalados en forma permanente en la costa del lago Moreno para seguir la búsqueda.
El miércoles pasado organizaron una misa con el personal que intervino en las tareas y ya asumieron que difícilmente el cuerpo del joven pueda ser recuperado.
“Fue un momento emotivo y de algún modo, con mucho dolor, los allegados ya aceptaron que está en la profundidad”, dijo el jefe de Prefectura en Bariloche, Miguel Curual, quién entiende que por las condiciones del lago “es muy difícil” que el cuerpo emerja. “El calor que tenemos nos podría ayudar, pero hasta cierto punto, porque en lo profundo las temperaturas se mantienen siempre muy bajas”, refirió el prefecto.
Recordemos que Quinteros sufrió el vuelco de su kayak en la tarde del 9 de diciembre, cerca de la Playa del Viento. No llevaba salvavidas e intentó llegar a nado a la costa, pero nunca fue encontrado, a pesar de los rastreos terrestres y acuáticos que se realizaron durante varios días.
Quien lo acompañaba en el kayak, Marcelo Vera, pudo salir con la ayuda de personas que acudieron a socorrerlo.