Franco Colapinto no buscó excusas, ni mucho menos. Después de terminar último en la pista en el GP de la Ciudad de México, con un rendimiento muy flojo de su Alpine, el piloto argentino habló con los medios y dejó conceptos claros.
“Hice 50 vueltas arrastrándome sin nada de grip. Llevamos las duras hasta el infinito, queríamos ver hasta dónde aguantaban”, arrancó el bonaerense al referirse a la primera parte de la competencia con neumáticos duros. “Después, con las blandas anduve bien, pero ya era muy tarde. Una carrera sin mucho ritmo y muy larga. Como equipo no teníamos ritmo, nos costó, un fin de semana duro”, agregó.
La próxima fecha del Mundial será en Brasil, para el GP de San Pablo, la competencia más cercana a la Argentina y en la que Franco se sentirá como local. “Brasil es el GP de casa y habrá muchos argentinos. Tengo muchas ganas de estar allá y darles un lindo resultado. Lo bueno es que peor no se puede ir, así que de acá para arriba”, dijo, volviendo a caer sobre el rendimiento del A525.
Por último, el expiloto de Williams habló sobre la maniobra de la primera vuelta, en la que terminó con un trompo en la segunda curva tras ser apretado por Lance Stroll. El argentino tuvo que pisar el pasto y perdió el control del auto. “Stroll me tiró al pasto, no mira nunca los espejos. No sé para dónde mira cuando mira los espejos, pero no perdí mucho”.