La vicepresidenta segunda del Gobierno español, Yolanda Díaz, generó fuerte polémica al declarar que “Israel no puede participar en ningún evento” deportivo, luego de que manifestantes propalestinos lograran suspender el final de la Vuelta Ciclista a España en Madrid. La dirigente de Sumar calificó la medida como una “lección al mundo” y acusó a Israel de cometer un genocidio.
El desenlace de la tradicional competencia se vio alterado cuando un numeroso grupo de manifestantes consiguió interrumpir el recorrido a unos 56 kilómetros de la meta. Pese a la presencia de 1.100 agentes de seguridad, los protestantes atravesaron el perímetro policial y ocuparon la calzada en rechazo a la participación del equipo Israel – Premier Tech.
Las fuerzas de seguridad intentaron despejar la ruta con cargas, pero los enfrentamientos en la zona de llegada llevaron a la organización a desviar al pelotón hacia los Jardines del Palacio Real. Allí, los ciclistas quedaron refugiados a la espera de una decisión oficial.
Finalmente, el director de carrera resolvió suspender la prueba en forma definitiva. Las protestas contra la presencia del equipo israelí se habían multiplicado a lo largo del país desde el inicio de septiembre, bajo el lema “Ciclismo sin sionismo”, impulsado por el Comité Palestino del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).