Organizó actividades con Agustín Laje y Nicolás Márquez y fue un referente del activismo antifeminista en Uruguay. Su historial ideológico coincide con los discursos de la ultraderecha regional.
Pablo Laurta, acusado del doble femicidio de su expareja Luna Giardina y de su exsuegra Mariel Zamudio en Córdoba, no era un desconocido en los círculos de la derecha radical de la región. Activista antifeminista y presidente del grupo “Varones Unidos”, Laurta mantenía conexiones con figuras prominentes de la llamada “batalla cultural” que respalda el gobierno de Javier Milei, como los escritores Agustín Laje y Nicolás Márquez.
Vínculo directo con Laje y Márquez
Según registros en redes sociales, en 2016 Laurta participó en la organización de la visita de Laje y Márquez al Palacio Legislativo de Uruguay para presentar uno de sus libros. En 2018, la cuenta de Instagram de “Varones Unidos” compartió una imagen del acusado almorzando con ambos autores, reforzando la relación entre ellos.
Estas interacciones muestran que Laurta ya estaba vinculado a los espacios de la ultraderecha cultural mucho antes de los crímenes que hoy se le imputan.
Activismo misógino y estrategia de victimización
Desde la plataforma “Varones Unidos”, Laurta construyó un discurso centrado en desacreditar al feminismo y denunciar supuestas “falsas denuncias” de violencia de género. En sus publicaciones, se presentaba como víctima de una persecución judicial motivada por su activismo, especialmente en el marco del conflicto legal con su expareja por la tenencia de su hijo Pedro, de 5 años.
En una entrevista televisiva en Uruguay, incluso llegó a cuestionar la legislación contra la violencia de género, asegurando que violaba el principio de igualdad ante la ley por generar “asimetrías legales a favor de las mujeres”.
Una ideología alineada con la ultraderecha
El perfil ideológico de Laurta mostraba coincidencias con los discursos más extremos de la nueva derecha global. Manifestaba abiertamente su apoyo a Javier Milei y a Donald Trump, y promovía campañas como la defensa del actor Johnny Depp en su conflicto judicial con Amber Heard. “Para ‘no existir’, como dicen los abogados militantes del feminismo, las #DenunciasFalsas están apareciendo por todas partes”, escribió en su cuenta de X.
Un historial de violencia
Laurta ya había intentado estrangular a Luna Giardina años atrás, según fuentes judiciales. El crimen actual, que también incluyó el asesinato de su exsuegra y el secuestro de su hijo, se investiga como la trágica culminación de un proceso de radicalización ideológica y violencia de género sostenida.