Las vacaciones de invierno son un momento para disfrutar, descansar y recargar energías, sin embargo, es importante no descuidar la alimentación y mantener buenos hábitos durante este período.
El disponer de tiempo puede ser una buena ocasión para convertir la alimentación en una actividad divertida para compartir con los niños, aprovechar a elaborar alimentos saludables.
En casa es importante dentro de lo posible:
· Mantener la rutina aunque haya más flexibilidad, seguir un horario regular de comidas para evitar el picoteo excesivo.
· Cocinar en familia, aprovechar el tiempo libre para cocinar juntos y enseñar a los niños sobre alimentación saludable. Permitir que participen en la elección de recetas, la preparación de los ingredientes y la decoración de los platos.
· Juegos en la cocina, inventar juegos con alimentos, como adivinar sabores con los ojos cerrados o crear formas divertidas con frutas y verduras. Descubrir nuevos sabores y texturas que te sorprendan, asociar nuevos alimentos con experiencias positivas.
· Huerta en casa, si tienes espacio, plantar una pequeña huerta con hierbas aromáticas o vegetales. Los niños disfrutarán cuidando las plantas y cosechando sus propios alimentos.
· Ofrecer opciones saludables frutas, verduras, yogures y frutos secos como snacks en lugar de golosinas o productos ultraprocesados.
· Recordar la importancia de hidratarse constantemente, beber agua durante todo el día, especialmente si se realizan actividades al aire libre.
Viandas para las salidas:
· Planificación en equipo, involucrar a los niños en la elección de las viandas, permitiéndoles elegir entre opciones saludables para evitar improvisaciones más costosas y poco nutritivas.
· Convertir la preparación de las viandas en una actividad artística con la familia, decorando los sándwiches o creando figuras con frutas y verduras.
· Utilizar recipientes herméticos y adecuados para transportar alimentos.
· Priorizar alimentos que no requieran refrigeración, bizcochuelos sencillos, budines, galletitas caseras, frutas, frutos secos, sándwiches con rellenos no perecederos o barritas de cereal caseras.En lo posible incluir diferentes colores y texturas para que sea una alimentación más variada.
· Lavarse las manos antes de preparar las viandas, como así también los recipientes contenedores y asegurarse de que los alimentos estén cocidos y refrigerados adecuadamente.
¡Disfruta de unas vacaciones de invierno saludables y llenas de energía!