El fiscal del caso Adrián de Lillo formuló cargos a un conductor profesional, a quien atribuyó haber causado la muerte de cuatro personas, tras realizar una maniobra “imprudente y antirreglamentaria” que provocó un incidente fatal sobre la Ruta Nacional 40.
Tras relatar la teoría del caso, De Lillo encuadró la acusación en el delito de homicidio culposo, producido por la conducción imprudente de un vehículo automotor, agravado por el número de víctimas fatales
El imputado es de nacionalidad brasileña y no aportó un domicilio identificable, por lo que para garantizar el sometimiento al proceso, el fiscal solicitó que quede detenido. La jueza Bibiana Ojeda, quien estuvo a cargo de la audiencia, no hizo lugar al planteo fiscal, pero dictó la prohibición de salir del país y le ordenó al imputado que fije domicilio en la ciudad de Bariloche, donde deberá comparecer regularmente a una comisaría local.
En la audiencia que se realizó ayer, el fiscal De Lillo sostuvo que el imputado “manejó el vehículo automotor bajo su mando en forma imprudente y antirreglamentaria, al no haber observado el cuidado y la prevención necesarios, a raíz de lo cual generó un choque con otro vehículo”. Consideró “creó un riesgo no permitido cuando maniobró en forma antirreglamentaria, al no respetar las señales de tránsito y desobedecer la obligatoriedad del señalamiento horizontal de doble línea amarilla existente en la calzada”. El fiscal precisó que, de ese modo, el acusado “concretó una maniobra hacia su izquierda, generando su ingresó al carril contrario de la Ruta 40, invadiendo de esta manera el espacio de circulación la camioneta que circulaba en sentido contrario”. Esa maniobra es la que, a criterio de la fiscalía, generó el choque frontal entre el camión y la camioneta, provocando la muerte de las cuatro personas que circulaban en esta última.