Amnistía Internacional (AI) ha expresado recientemente una aguda preocupación por el actual gobierno de Argentina, encabezado por el presidente Javier Milei, debido a sus políticas y prácticas que, según la organización, promueven una «confrontación violenta e intolerante» de clara inspiración autoritaria. El comunicado divulgado por Amnistía resalta un panorama alarmante en varios aspectos del manejo gubernamental, en un contexto donde la pobreza afecta ya al 52% de la población según las cifras proporcionadas por el INDEC.
La organización internacional de derechos humanos ha mostrado una fuerte preocupación frente al deterioro observado en el ámbito de los derechos fundamentales bajo el pretexto de promover la libertad. Amnistía Internacional indica que ciertas libertades esenciales, especialmente la de expresión, están gravemente amenazadas. Adicionalmente, pone de manifiesto los riesgos que enfrentan otros derechos, como el económico y las políticas de género.
En su análisis, Amnistía denuncia que el gobierno de «La Libertad Avanza», liderado por Milei, hace uso de discursos de odio y desinformación como herramientas para reprimir la disidencia. Estos discursos no solo motivan hostigamientos, sino que también alientan agresiones, notablemente a través de plataformas digitales como X y TikTok. Esto pone de relieve un preocupante fenómeno de censura y represión, característico de regímenes con poco respeto por la diversidad de pensamientos.
El informe de Amnistía documenta casos de ataques hacia los medios de comunicación, donde al menos 30 periodistas han sido objeto de hostigamientos que comprometen seriamente la práctica del periodismo libre e independiente. Estos profesionales han enfrentado desprestigio, difamación y estigmatización, según afirma AI, estrategias utilizadas para desincentivar cualquier cuestionamiento a las medidas gubernamentales.
El documento también criticó el manejo de la protesta social por parte del Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, destacando el uso de la fuerza en manifestaciones pacíficas. De hecho, denunció resoluciones que «imponen severas restricciones a la protesta pacífica y habilitaron el uso abusivo de la fuerza, el uso indiscriminado de armas menos letales tanques hidrantes y mecanismos de vigilancia en redes sociales».