El primer ministro eslovaco, Robert Fico, se encontraba el jueves en estado «muy grave» pero estable, según informó la directora del hospital, tras recibir cinco disparos en un intento de asesinato que puso de manifiesto las profundas divisiones políticas del país.
Se trata del primer atentado de gran envergadura contra un dirigente político europeo en más de 20 años y suscitó la condena internacional. Analistas políticos y parlamentarios lo consideran indicativo de un clima político cada vez más febril y polarizado en todo el continente.
La presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, pidió que se calmaran las tensiones políticas y dijo que invitaría a todos los líderes de los partidos parlamentarios a una reunión conjunta. Peter Pellegrini, aliado de Fico y presidente electo, instó a los partidos a suspender o moderar su campaña para las elecciones al Parlamento Europeo del mes que viene.
«Si hay algo que el pueblo eslovaco necesita hoy con urgencia es, al menos, un consenso básico y unidad entre los representantes políticos eslovacos», dijo Pellegrini, que ganó las elecciones de abril para el cargo, principalmente ceremonial, de presidenta.
El sitio web de noticias tvnoviny.sk informó el jueves que la Policía había acusado al sospechoso de intento de asesinato y que podría enfrentarse a penas de entre 25 años y cadena perpetua.
Miriam Lapunikova, directora del Hospital Universitario F.D. Roosevelt de Banska Bystrica, donde está ingresado Fico, dijo que el primer ministro había sido sometido a cinco horas de cirugía con dos equipos para tratar múltiples heridas de bala.
«En este momento su estado está estabilizado pero es muy grave, estará en la unidad de cuidados intensivos», dijo a la prensa.