Promediando la primera quincena de julio, la localidad andina comenzó a palpitar una nueva temporada de invierno con el arribo de los primeros turistas que llegaron a la ciudad para disfrutar un sinfín de propuestas, que prometen una experiencia inigualable en contacto con la naturaleza entre los majestuosos paisajes cordilleranos.
El secretario de Turismo, Marcos Barberis, destacó que “estamos muy conformes con el comienzo de la temporada, con una programación de arribos aéreos que promedian 22 diarios, con picos de 33 a 38 vuelos durante los fines de semana, lo que da una frecuencia casi idéntica a 2023 con 930 vuelos mensuales, que nos llevan a prever el desarrollo de una buena temporada de invierno”.
“Actualmente los hoteles anuncian que tienen buenos niveles de reservas y esperamos el pico de la temporada para la segunda quincena de julio, en la que habrá un auge en la llegada de turistas extranjeros gracias una mayor frecuencia de vuelos desde Brasil, que además coincide con las vacaciones de invierno de Buenos Aires, uno de nuestros principales centros emisivos”.
Con los primeros datos recabados y con el listado de vuelos programados desde distintos lugares, Bariloche comienza a posicionarse nuevamente como uno de los destinos más elegidos por el turismo a nivel nacional y uno de los lugares predilectos por visitantes de países limítrofes que este año encontrarán nuevamente conectividad directa con la ciudad rionegrina.