Brasil y Colombia protagonizaron el compromiso más atractivo de la jornada. En el marco de la tercera jornada de su zona, en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California, ambos equiposs batallaron por el liderazgo del Grupo D.
El conjunto dirigido por Dorival Júnior avanzó en el campo de juego a partir de algunas dudas en la salida de su rival, y en particular de su arquero, Camilo Vargas, pero la primera ocasión fue de Colombia con un disparo al travesaño de James Rodríguez, mediante un tiro libre. La respuesta llegó por triplicado con dos remates sin éxito de Lucas Paquetá, y la tercera fue la vencida: Raphinha metió un golazo de pelota detenida por encima de la barrera a los 11 minutos de juego.
La contraofensiva demoró poco en llegar con un tiro elevado de James Rodríguez, y Colombia alcanzó la paridad a los 18′, aunque el tanto de Davinson Sánchez fue anulado por fuera de juego suyo. El paso del reloj fue instalando un clima más tenso dentro de la cancha, ya que las constantes quejas e infracciones generó discusiones entre los propios futbolistas. Una de esas faltas facilitó otro intento de James rechazado por Alisson a los 33 minutos.
Cuando parecía que la etapa inicial iba camino a cerrarse con el mismo marcador sin mayores sobresaltos, ocurrió de todo en cuestión de breves instantes. Pasado el umbral de los 40 minutos, el VAR revisó un posible penal de Daniel Muñoz a Vinicius y juzgó que no era infracción, una oportunidad que no dejó pasar el cuadro colombiano para equilibrar la historia.
En tiempo adicionado, Luis Díaz falló un pie a mano muy claro ante Alisson Becker y, segundos después, Muñoz marcó el 1-1 tras recibir una excelente asistencia de Jhon Córdoba.
La segunda parte mostró a un equipo brasileño sin muchas ideas para desequilibrar a su rival, y a medida que pasaron los minutos se fue cargando de impotencia. Lo que sorprendió en el equipo de Dorival Júnior fue la poca actitud que exhibió para tratar de llegar a la victoria. Brasil necesitaba los tres puntos para terminar en lo más algo del grupo, y de esa manera evitar a un adversario como Uruguay, de los mejores de la Copa.
Colombia trató de llegar al triunfo, y por ese motivo el técnico Néstor Lorenzo hizo ingresar a Borré y a Carrascal, para darle más aire a los integrantes del ataque. Precisamente, los exRiver tuvieron una chance cada uno para convertir, pero sus remates fueron desviados. El próximo enfrentamiento de los colombianos será ante Panamá, que logró su lugar entre los ocho mejores al dejar en el camino al local Estados Unidos.