En los últimos diez años, en Argentina bajaron los casamientos y aumentaron los divorcios. Entre cambios en las leyes, nuevas formas de vida en pareja y momentos como la pandemia, el mapa de las relaciones formales cambió bastante.
Según los registros oficiales, en 2010 se hacían cerca de 120.000 casamientos por año en todo el país. En los últimos años, esa cifra ronda los 100.000. Cada vez más personas eligen convivir sin pasar por el registro civil, algo que antes era menos común.
En cuanto a los divorcios, desde que en 2015 entró en vigencia el nuevo Código Civil y Comercial, que hace más rápido y sencillo separarse, las cifras fueron en aumento. Hoy en día divorciarse es un trámite mucho más ágil, lo que también ayudó a que más parejas tomaran esa decisión.

En Río Negro, los números acompañan esta tendencia. En 2014 hubo 1.078 divorcios, mientras que en 2018 la cifra subió a 1.426. Durante el 2020, en plena pandemia, bajaron a 910, pero ya en 2023 se alcanzaron 1.529 divorcios, según datos oficiales.
En cuanto a los casamientos en la provincia, después de una caída fuerte en 2020 (1.229 matrimonios), los números repuntaron: en 2021 hubo 2.406 bodas y esa tendencia se mantuvo en 2022 y 2023. Más allá de las crisis, muchas parejas siguen apostando al sí.
Estos cambios muestran cómo las formas de construir una familia o una pareja también se transforman con el tiempo. Las nuevas generaciones parecen darle más importancia a la elección de estar juntos que al acto formal del casamiento, aunque el deseo de formar vínculos sigue tan vigente como siempre.