El mediodía del 7 de junio del año 1999 se tiñó de violencia y terror en pleno centro de Cipolletti, a escasos metros de la Comisaría Cuarta. Tres sujetos armados irrumpieron en una sucursal del Banco Río y se llevaron $11.800. Sin embargo, su salida fue frustrada por la pronta llegada de efectivos policiales, desatando una balacera que dejó huellas imborrables en la comunidad.
Los delincuentes, armados con armas de guerra, se encontraron con la presencia del policía Antonio Barrera y su compañero Luis Campos, quienes habían sido alertados por la alarma de robo activada en la entidad bancaria. Al intentar detenerlos, los oficiales fueron recibidos con una feroz balacera que resultó en la muerte de Barrera y dejó a Campos gravemente herido.
Campos, quien salía de la Comisaría Cuarta junto a Barrera, recibió los impactos de bala cuando intentaba proteger a los transeúntes y evitar disparar en medio de la multitud. «Nunca fue mi intención disparar. Había gente adentro, transeúntes en la vereda, y quise priorizar su seguridad», recordó Campos, quien sufrió una parálisis en el brazo derecho debido a una bala que le dio en el hombro. Otro proyectil, destinado a su corazón, fue detenido milagrosamente por el handy que llevaba, salvándole la vida. «Parece que no era mi hora», reflexionó Campos, hace unos años. Luis Campos falleció en el año 2021, a causa del Covid-19.
Los delincuentes lograron huir en un auto robado, el cual apareció más tarde en la calle Krause con varios impactos de bala. Realizaron un cambio de vehículo y continuaron su fuga, pero fueron capturados a los pocos días. Los responsables del sangriento hecho fueron identificados como Diego Fernández, Fabián Martín y Ariel Giannerini, todos oriundos de Buenos Aires, junto con Walter Chacón, un cipoleño que les brindó apoyo logístico.
En abril de 2001, la Justicia condenó a los cuatro imputados a prisión perpetua. Fernández, Martín y Giannerini fueron sentenciados por robo doblemente calificado por el uso de armas en poblado y en banda, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, tenencia de armas de guerra y violación de domicilio. Chacón, el colaborador local, fue condenado por los mismos cargos, excepto por violación de domicilio.
Este trágico episodio, recordado con dolor por la comunidad, destaca la valentía y el sacrificio de los oficiales Barrera y Campos, quienes enfrentaron una situación de extrema peligrosidad para proteger a los ciudadanos. La memoria de Antonio Barrera y la milagrosa supervivencia de Luis Campos perduran como símbolos de dedicación y coraje en el cumplimiento del deber.
El comisario Javier Yáñez, titular de la Regional Quinta, dialogó con el móvil de la radio, en el acto que realizaron para recordarlos.
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