El juicio por el doble femicidio de Lidia Concepción Tapia (86) y Stella Maris Natalini (62) avanza con la presentación de la acusación contra Horacio Manuel Espinoza, vecino de las víctimas. La fiscalía lo imputa por los homicidios cometidos con alevosía y «criminis causa», con el fin de robar el dinero que las víctimas sabían que tenían en su departamento.

El fiscal Juan Pablo Escalada detalló que la acusación se basa en la planificación del crimen por parte de Espinoza, quien aprovechó la confianza que las víctimas depositaban en él. Según la fiscalía, el imputado atacó a las mujeres por sorpresa con un cuchillo tipo carnicero, reduciéndolas rápidamente sin que pudieran defenderse. La alevosía, como agravante, se refiere al uso de la sorpresa y el factor de confianza, que permitieron a Espinoza atacar con brutalidad y sin resistencia.

El concepto de «criminis causa» se aplica debido a que el homicidio fue cometido con el fin de ocultar un robo, o evitar que las víctimas quedaran como testigos, lo que podría incriminarlo y poner en riesgo su impunidad. En este caso, el Código Penal prevé la pena de prisión perpetua.

Investigación y hallazgos clave

Los investigadores descubrieron una bolsita con un billete de 1.000 pesos y un ticket de extracción bancaria por 360.000 pesos, realizado el día anterior al crimen. Dos horas y media después del asesinato, Espinoza pagó una deuda de 313.000 pesos al Consorcio, con billetes que presentaban manchas de sangre. La pericia genética forense será fundamental para determinar si esa sangre corresponde a las víctimas.

Debido a la gravedad del caso y la complejidad de las pruebas científicas requeridas, la fiscalía solicitó que se tratara como una «causa compleja», lo que extiende los plazos de investigación de 4 a 8 meses y el juicio a un año.

Prisión preventiva y seguridad en la investigación

La jueza de Garantías, Agustina Bagniole, aprobó la solicitud de prisión preventiva para Espinoza, considerando que existen riesgos tanto de fuga como de interferencia en el proceso investigativo. Este último motivo está relacionado con la necesidad de proteger la seguridad de las dos testigos clave que lo ubicaron en la escena del crimen. Espinoza permanecerá en prisión preventiva durante el proceso judicial.

El juicio será determinado por un jurado popular, que decidirá sobre la culpabilidad o inocencia del imputado, con la posibilidad de una condena a prisión perpetua por los agravantes de femicidio, alevosía y «criminis causa».