Este fin de semana, Franco Colapinto volverá a correr en la Fórmula 1 y será en el Gran Premio de Canadá en el Circuito Gilles Villeneuve, en Montreal. Se trata de un escenario semipermanente y que no conoce el piloto argentino que disputará su cuarta carrera con la escudería Alpine.
El trazado se ubica en la isla artificial de Notre-Dame, en medio del río San Lorenzo, creada para la Feria Mundial Expo ‘67 llevada a cabo ese año. Una vez finalizada la exposición y los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976, se decidió convertir las avenidas de la isla en una pista de carreras. Y así nació el Circuito Isla de Notre-Dame, como se conocía entonces.
El lugar le permitió dar una sede permanente al Gran Premio de Canadá de F1, que entre 1967 y 1977 tuvo como sedes a Mont-Tremblant, en Quebec, y a Mosport Park, en Ontario. En 1978 se corrió por primera vez en la Isla de Notre-Dame y Gilles Villeneuve obtuvo su primera victoria en el trazado que terminaría llevando su nombre desde 1982, en la edición disputada un mes después del trágico accidente del recordado ídolo.
El circuito tiene una longitud de 4.300 metros y un total de 14 curvas, el diseño del circuito se caracteriza por una dinámica de “stop and go”, que combina frenadas intensas y aceleraciones constantes. Este estilo favorece a los monoplazas con buena tracción, un factor clave para destacar en esta competencia.