En el mantenimiento es necesario tomar precauciones para evitar que en el agua se desarrollen bacterias, hongos y algas que podrían ocasionar diversos problemas de salud.
Entre las afecciones más frecuentes se destacan: diarrea, erupciones cutáneas, infecciones del oído, infecciones respiratorias, hongos en manos y pies.
Es por ello que desde el Ministerio de Salud de Río Negro se recuerda que es importante mantener la pileta en buenas condiciones y así prevenir que estos microorganismos se generen.
Para ello existen diversos productos que se pueden utilizar.
– Desinfectantes de agua: el cloro (líquido, pastillas, sólido) es uno de los compuestos más utilizados, mantiene el agua libre de microorganismos patógenos, ya que su función es destruirlos. Sin embargo, tan importante como aplicarlo es utilizar la cantidad adecuada; para ello se debe seguir las indicaciones de la etiqueta.
Recordar que el cloro es el principal agente y más utilizado para el control de virus, bacterias, etc., en el agua y éste debe controlarse constantemente, ya que el exceso puede provocar lesiones en la piel e irritación de ojos, sin embargo, de forma controlada permite saber que el agua se encuentra dentro de parámetros de “salubridad”.
– Alguicidas: este producto sirve para eliminar las algas presentes en la piscina, las cuales provocan que el agua se torne verdosa y que las paredes y el fondo de la pileta se vuelvan resbaladizos.
– Floculantes, coagulantes, clarificadores: estas sustancias son utilizadas en las piscinas en las que el agua se ha vuelto turbia debido a la presencia de partículas en suspensión. Los floculantes aumentan el tamaño de dichas partículas y provocan su decantación al fondo de la pileta, facilitando su limpieza mediante la utilización del barrefondos.
Todos estos productos son regulados por la ANMAT y para elegir se puede consultar en https://www.argentina.gob.ar/anmat/regulados/productos-de-uso-domestico.
Comprobar que los productos a utilizar sean compatibles con la pileta que tiene en su casa, ya sea ésta de lona, de fibra o de cemento. Para asegurar la efectividad, respetar las indicaciones de la etiqueta, en cuanto a medidas (dosis a aplicar), precauciones y condiciones de almacenamiento.
Además de los productos antes mencionados, se puede utilizar una bomba filtrante (filtro mecánico): el movimiento que ejercerá sobre el agua contenida facilitará la desinfección y filtrado de suciedad y residuos.
Otras recomendaciones que permitirán mantener el agua segura por más tiempo son:
– Luego de su uso, tapar la pileta con un cubre piletas, esto ayuda a mantener limpia el agua y proteger la lona.
– Las altas temperaturas evaporan el cloro, por ello tener en cuenta que debe reforzar la dosis en días muy calurosos. El kit de medición de cloro libre residual permitirá saber si la concentración de cloro en el agua es la adecuada.
– Antes de ingresar, lavarse los pies y en lo posible ducharse para no entrar con tierra, arena o sudor. Esto reducirá la cantidad de gérmenes, sudor y sustancias químicas (tales como cosméticos, protectores y pantallas solares) que pueden quedar en el agua.
– Quienes sufren diarrea no deben bañarse en piletas ya que pueden contaminar el agua con los gérmenes.
– Muchos niños tragan agua al utilizar ciertos juguetes o inflables en las piscinas, por eso se recomienda que no los usen. Si se usan, siempre deben ingresar limpios y desinfectados.
El agua en las piletas permanece estancada, por lo que para mantenerla saludable debe renovarse entre 5 a 10 cm de alto de agua día por medio. Podemos aprovecharla y reutilizarla para otras actividades como riego, actividades de limpieza hogareña como también veredas, lavado del auto, bicicletas.