En vísperas del aniversario del golpe de Estado de 1976, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, generó controversia al afirmar que hay militares «injustamente detenidos». Sus declaraciones encontraron eco en la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien coincidió en que algunos detenidos no tuvieron una acción directa en los crímenes de lesa humanidad.

Bullrich criticó que se discuta la situación de los militares detenidos, argumentando que algunos llevan años sin causa y que esto se ha convertido en una venganza. Además, acusó al kirchnerismo y a la izquierda de utilizar los derechos humanos como «una daga ideológica», deformando su verdadero significado.

La ministra defendió nuevamente el envío de militares para combatir el terrorismo en Rosario, a pesar de las críticas de Villarruel. Afirmó que las Fuerzas Armadas también están en contra de los golpes de Estado y que la Argentina lleva más de 40 años de democracia.

Las declaraciones de Bullrich han generado fuertes reacciones en el ámbito político y social, avivando el debate sobre la memoria, la verdad y la justicia en Argentina. Mientras tanto, la sociedad continúa reflexionando sobre los acontecimientos ocurridos durante la última dictadura militar y la importancia de mantener viva la memoria histórica.