Trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) realizaron ayer un abrazo simbólico en todo el país para rechazar el decreto que impulsa el ministro Federico Sturzenegger, que apunta a centralizar el organismo, poniendo en riesgo su funcionamiento técnico y descentralizado.
En diálogo con LU19, Pablo González Taboas, jefe del Departamento de Ensayos No Destructivos, advirtió que «el INTI cumple un rol clave en la certificación de productos, en la asistencia técnica a las PyMEs y en el desarrollo de la industria nacional».
El decreto, que el Gobierno nacional buscaría firmar antes del vencimiento de las facultades delegadas, declara la centralización del INTI, que hasta ahora funciona como un organismo autárquico, con presencia federal. Las y los trabajadores alertaron que la medida no solo implica un vaciamiento institucional, sino también la pérdida de capacidades estratégicas para el sector productivo.
Desde que Javier Milei asumió la presidencia, el INTI ya perdió 736 agentes especializados, lo que profundiza la preocupación entre científicos, técnicos y empresarios.
Incluso la Unión Industrial Argentina (UIA) emitió un comunicado donde destacó que el INTI “debe estar al mismo nivel que los organismos equivalentes de otros países”, y respaldó su rol fundamental en la innovación y calidad de la producción argentina.
La protesta tuvo su epicentro en la sede central del organismo sobre Avenida General Paz, pero se replicó en distintos puntos del país con el respaldo de casi 300 empresas, representantes políticos y referentes del ámbito académico y cultural.