La Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción este miércoles a un proyecto impulsado por bloques de la oposición que establece un aumento del 7,2% en las jubilaciones y pensiones (excepto para los regímenes especiales), además de una suba del bono previsional, que pasará de $70.000 a $110.000 y se actualizará por inflación.
El proyecto fue aprobado por 142 votos afirmativos, 67 en contra y 19 abstenciones. Acompañaron Unión por la Patria, el Frente de Izquierda, la Coalición Cívica, Encuentro Federal, Democracia para Siempre e Independencia. La UCR se abstuvo, mientras que el PRO, La Libertad Avanza y algunos bloques provinciales votaron en contra.
Además del aumento, la iniciativa oficializa por ley la fórmula de movilidad jubilatoria que hoy rige por decreto y que ajusta los haberes mensualmente según la inflación. También establece un aumento adicional en marzo, si los salarios le ganan a la inflación, y plantea que los fondos a las cajas jubilatorias provinciales no transferidas se giren de forma automática y con actualización por IPC.

El Gobierno Nacional ya anticipó que vetará la norma si también es aprobada en el Senado, argumentando que pondría en riesgo el equilibrio fiscal. Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el impacto fiscal del paquete aprobado sería de alrededor del 0,43% del PBI.
Por su parte, desde la oposición respondieron con una serie de propuestas para compensar los gastos, como la eliminación de exenciones fiscales para grandes empresas, el uso de ahorros generados por quita de recargos del FMI, y la nacionalización de fondos de entes recaudadores de registros automotores.
La media sanción será ahora tratada por la Cámara Alta, donde el oficialismo no tiene mayoría. De aprobarse, se abre un escenario de confrontación directa entre el Congreso y el Poder Ejecutivo, que ya advirtió que no permitirá ninguna norma que altere su política de superávit fiscal.