En este momento estás viendo Doble femicidio en el barrio de las 432 Viviendas: el conmovedor testimonio de la vecina que escuchó el grito de una de las víctimas

Doble femicidio en el barrio de las 432 Viviendas: el conmovedor testimonio de la vecina que escuchó el grito de una de las víctimas

El doble femicidio de Lidia Tapia (82) y su hija Estela Maris Natalini (62), ocurrido ayer en el departamento de las 432 Viviendas, ha generado una gran conmoción en la comunidad del barrio. Las dos mujeres, conocidas y queridas por sus vecinos, vivían en la Tira G 20, un sector donde compartieron 40 años de su vida. Este crimen ha dejado consternados a quienes las conocían, especialmente a aquellos más cercanos, como Amalia, una vecina que fue testigo indirecta de los dramáticos momentos previos al asesinato.

El grito que nadie asoció con un crimen

Amalia, en diálogo con LU19, relató que alrededor de la mañana escuchó un grito proveniente del departamento donde vivían Lidia y Estela. Sin embargo, en ese momento, no lo relacionó con un pedido de auxilio ni con un ataque violento. «La mujer mayor tenía problemas de movilidad y cada tanto se caía y se luxaba la cadera. Entonces pensé que era un incidente más», explicó la vecina.

Con el paso de las horas, la preocupación comenzó a crecer entre los vecinos. Lidia y Estela no regresaban y eso resultaba extraño. “No volvían y eso era lo raro”, señaló Amalia. A las 4 de la tarde, decidió ponerse en contacto con la sobrina de las víctimas, quien era la única familiar cercana. “Nosotros no teníamos llave del departamento y quería preguntarle si por ahí sabía qué había pasado”, comentó.

Posibles motivos detrás del crimen

Tras reflexionar sobre los hechos, Amalia recordó un detalle que podría arrojar luz sobre el móvil del crimen. “Hace dos días, la chica (Estela Maris) había cobrado”, dijo, lo que podría indicar un posible motivo económico detrás del doble femicidio. Además, la vecina describió a la familia como “extremadamente dadivosa” y recordó que Lidia y Estela solían ayudar a quienes pasaban por el barrio pidiendo comida, incluso llegando a preparar sándwiches para las personas necesitadas.

El hallazgo de los cuerpos y la respuesta policial

Inicialmente, los vecinos pensaron que Lidia y Estela se habían ido al hospital Moguillansky, pero con el paso de las horas sin noticias, la preocupación se convirtió en alarma. Aproximadamente a las 8:42 PM, la llamada de un vecino fue recibida en la Central 109, alertando sobre la situación. Los primeros en llegar fueron efectivos de la comisaría 24 y médicos del sistema de salud, quienes confirmaron que las dos mujeres habían fallecido varias horas antes.

Poco después, llegaron al lugar los integrantes del gabinete de Criminalística, la Brigada de Investigaciones y personal de la fiscalía para iniciar las pericias correspondientes.

La esperanza de justicia

Amalia, visiblemente afectada por los hechos, expresó su deseo de que se haga justicia por Lidia y Estela. «Ojalá se haga justicia y que atrapen al asesino. Por ellas; y por todos nosotros», enfatizó, mostrando la preocupación de toda una comunidad que, como ella, aún no puede comprender la violencia que se ha desatado en su barrio.

El crimen de Lidia y Estela ha dejado una profunda herida en la comunidad de las 432 Viviendas. Con la investigación en marcha, los vecinos esperan que la justicia actúe rápidamente para esclarecer lo sucedido y dar con los responsables de este doble femicidio que ha sacudido la tranquilidad de su hogar.