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Dormir la siesta (pero cortita) puede hacerte bien: lo dice la ciencia

Un par de minutos con los ojos cerrados podrían ser más poderosos de lo que pensás. Un conjunto de estudios científicos recientes confirmó que las siestas breves —de 30 minutos o menos— no solo ayudan a despejar la mente, sino que también cuidan el corazón y mejoran el funcionamiento del cerebro.

Investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH) y de universidades europeas descubrieron que quienes duermen siestas cortas con frecuencia tienen un 21% menos de probabilidades de tener presión alta. Además, se asocian con mejor humor, más energía y hasta una memoria más afinada.

Eso sí: el truco está en la duración. Las siestas largas (más de 30 minutos) pueden traer el efecto contrario. En el estudio español, se detectó un aumento del 41% en la probabilidad de tener hipertensión y niveles altos de azúcar en sangre en quienes dormían siestas extendidas.

Otro dato llamativo: el University College de Londres, analizando datos genéticos de más de 378 mil personas, concluyó que quienes tienen predisposición a dormir siestas tienen cerebros “más jóvenes”, con un volumen equivalente al de alguien de hasta 6,5 años menos. Algo clave para prevenir enfermedades como la demencia.

Pero cuidado: no se trata de dormir porque sí. Los beneficios aparecen cuando las siestas se combinan con buenos hábitos de sueño, alimentación liviana y horarios regulares.

Un estudio en Singapur probó distintos tipos de siestas y encontró que las de 30 minutos ofrecían el mejor combo: más memoria, mejor estado de ánimo y sin el “bajón” típico de dormir demasiado. En cambio, las siestas de una hora provocaban más somnolencia al despertar.

Los científicos coinciden: una siesta corta y bien pensada puede ser un gran aliado para la salud física y mental. Pero aún queda mucho por investigar, especialmente en otras poblaciones y culturas donde dormir la siesta no es tan común.

🧠💤 En resumen:

  • ✅ Siestas de hasta 30 minutos → ayudan al corazón y al cerebro
  • ❌ Siestas largas → mayor riesgo de obesidad, hipertensión y bajón post-sueño
  • 📉 21% menos de chances de tener presión alta si dormís siestas cortas
  • 🧬 Siestistas frecuentes = cerebros más jóvenes
  • ⏰ Lo ideal: siestas cortas, después del mediodía y sin interferir con el sueño nocturno