Esta es la cuarta reducción de la tasa de referencia que realiza la autoridad monetaria desde la asunción de la nueva dirección. La anterior se había producido hace apenas dos semanas con lo cual se muestra una marcada intención del gobierno de acelerar este proceso.
La decisión de la autoridad monetaria es en respuesta a la desaceleración de la inflación, que según distintos analistas se ubicaría por debajo de 10%. Esta medida afectará a los rendimientos de los plazos fijos dado que aquellos que vencen a partir de mañana tendrán una tasa de interés del orden de 4%, provocando una nueva licuación de los pasivos monetarios del Banco Central.
A partir de esta medida los pases pasivos a un día, que son los que reemplazaron a las Leliqs, seguirán siendo remunerados muy por debajo de la inflación, lo cual produce el efecto de “licuación”. La reducción de este stock es clave para el saneamiento del Banco Central y por ende para establecer las condiciones para la salida del cepo cambiario.