A menos de una semana de las elecciones en Buenos Aires, la estrategia electoral comandada por Karina Milei y ejecutada por Eduardo «Lule» Menem recibió un duro revés en la provincia de Corrientes. La Libertad Avanza (LLA) se ubicó en el cuarto lugar, lejos de los principales candidatos, lo que encendió las alarmas en la Casa Rosada.
Tras el fracaso en las negociaciones con el gobernador Gustavo Valdés, el oficialismo nacional apostó por el diputado Lisandro Almirón, en un intento por posicionarse en un escenario adverso. Sin embargo, los resultados estuvieron por debajo de lo esperado: Almirón obtuvo apenas el 9,51% de los votos.
El ganador fue el oficialista Juan Pablo Valdés, de la alianza Vamos Corrientes, con el 51,89%, seguido por el peronista Martín “Tincho” Ascúa (19,57%) y el radical Ricardo Colombi (16,69%).
Se trató del primer test electoral tras el escándalo de las denuncias de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que golpeó al gobierno de Javier Milei en las últimas semanas.
La derrota deja dudas sobre la capacidad de replicar el armado libertario en el interior del país y pone presión sobre el resultado que pueda obtener el oficialismo en Buenos Aires, donde se define gran parte del futuro político inmediato.