YPF está en jaque por los fondos buitre y abogados buitre. Sebastián Maril, periodista de Latam Advisors que sigue muy de cerca todas las causas judiciales que afectan a la Argentina en el exterior, enumeró los litigios que tienen a la empresa en vilo:

• Los beneficiarios del fallo YPF buscan tomar posesión de las acciones de YPF.
• El fondo buitre Bainbridge Fund busca lo mismo y embargar activos del BCRA.
• El fondo buitre Attestor Máster busca embargar activos del Estado.
• El fondo buitre Titan Consortium está en proceso de reconocimiento del fallo para empezar embargos por la expropiación Aerolíneas Argentinas y también podría posar su mirada sobre YPF.
  

Maril afirma que el Gobierno debería nombrar a un negociador para cerrar estas causas antes que sigan complicándose. El problema es que parece que al Gobierno no le interesa en absoluto perder YPF. Incluso quienes están destinados a defender estas causas por parte del Gobierno también han estado vinculados con los fondos que ahora quieren a YPF.

El entramado político actual es clave. La expropiación de YPF a la española Repsol fue por responsabilidad plena de Cristina Kirchner y Axel Kicillof: son los nombres que personifican la recuperación a cualquier costo de la empresa insignia. Y si bien queda claro qué le conviene a la Argentina, no queda claro en términos políticos qué le conviene a Milei, porque en cada mención que se hace sobre la causa de los fondos buitres en contra de YPF se menciona a Cristina y a Kicillof como los culpables de llevar al país a la situación actual en los tribunales internacionales.

La inacción de Milei le trae beneficios políticos. No hacer nada lo beneficia e incluso podría borrar de un plumazo a su principal adversario político en pos de una empresa de la que quiso y quiere desprenderse.

El deber como Presidente le exige proteger un activo que intenta poner en valor para después rematar la mejor postor, como bien lo declaró en campaña. Pero el sentido político le dice que hay que dejar que los buitres se devoren YPF y así eliminar a Kicillof de la lista de adversarios políticos de cara a las elecciones presidenciales de 2027.

Hay otra cosa que preocupa a YPF, a Kicillof y ahora también al Gobierno. Se trata del proyecto de GNL que llevan adelante YPF y la empresa malaya Petronas. El gigante asiático de la energía trabaja en dos alternativas para sacar en barco el preciado hidrocarburo. El punto a favor que tiene es que para el mercado internacional es importante poder conseguir el GNL de un lugar en el que no haya un conflicto bélico. En Medio Oriente las guerras están a la orden del día y con ellas el bloqueo de los principales canales de salida, en este caso del GNL. Entonces Argentina es una buena alternativa.

La primera opción era Bahía Blanca, que cuenta con toda la infraestructura posible, pero tiene que realizar importantes adaptaciones en su puerto. En resumen: las obras hay que hacerlas igual.

La segunda opción es el Golfo San Matías, en la costa rionegrina. El punto en contra es la falta de infraestructura: hay que hacer un gasoducto y construir el puerto. Pero en ese caso se trataría de obras nuevas y exclusivas para este fin. Y en ese sentido el mismo presidente de YPF, Horacio Marín, afirmó que están dispuestos a hacer la inversión para procesar y sacar el GNL desde Río Negro.

En los últimos días el intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, convocó a los legisladores de La Libertad Avanza, se reunió con ellos y los hizo firmar un compromiso del Gobierno Nacional para que el GNL salga desde Bahía Blanca. Carlos Kikuchi, vicepresidente de la Cámara de Senadores bonaerense, aseguró: «Lo lógico y natural, como se planificó hace tiempo, es que todo este proyecto se canalice a través del puerto de Bahía Blanca y en la provincia de Buenos Aires».

Susbielles es un hombre del kirchnerismo. El ex basquetbolista tiene raíces políticas en el ARI de Lilita Carrió, pero luego se presentó como funcionario nacional y para intendente por el Frente Para la Victoria. Este acercamiento a La Libertad Avanza puede ser visto como un manotazo de ahogado por la preocupación que le genera perderse el negocio del GNL para su ciudad, o también como un acercamiento político concreto con vistas a un cambio de sello.

La decisión sobre cómo se exporta el GNL la toma YPF, se sabe. Río Negro tiene todo para hacer el gasoducto, las plantas compresoras y el puerto, pero la interna de La Libertad Avanza (y lo que se juega en la provincia de Buenos Aires) es lo que define todo. ¿Le conviene a Milei darle el GNL a un intendente kirchnerista dentro de la gobernación de Kicillof? ¿O será mejor tener infraestructura propia para este proyecto en sociedad con el gobierno de Alberto Weretilneck?

Estas preguntas parecen tener una respuesta mucho más sencilla que las anteriores. Salvo que le saque mucho provecho político en Buenos Aires, a Milei le conviene apostar por exportar el GNL desde Río Negro.