En este momento estás viendo El DPA destaca la infraestructura en Río Negro para prevenir inundaciones y sudestadas

El DPA destaca la infraestructura en Río Negro para prevenir inundaciones y sudestadas

En una reciente entrevista con LU19, Daniel Petri, Director de Coordinación de Recursos Hídricos del Departamento Provincial de Aguas (DPA), brindó tranquilidad a la población de Río Negro sobre los riesgos de inundaciones similares a las ocurridas en Bahía Blanca. Petri explicó que, aunque los fenómenos climáticos siempre deben ser monitoreados, la probabilidad de eventos similares en la provincia es muy baja, debido a las diferencias en la regulación de las cuencas y la presencia de diques aluvionales.

En Río Negro, las ciudades están protegidas por los embalses en los ríos Limay y Neuquén, lo que ofrece una protección adicional frente a las posibles crecidas. Esta infraestructura de regulación es fundamental para prevenir desbordes, una situación que no ocurre en Bahía Blanca, que no cuenta con una regulación intermedia de sus cuencas.

Petri destacó que en el Alto Valle, las ciudades están resguardadas por diques aluvionales que permiten prevenir crecidas repentinas de los ríos. Además, la Zona Andina de la provincia tiene una probabilidad aún menor de enfrentar estos eventos, gracias a su particular geografía y a las obras de infraestructura hidráulica que se han implementado en la región.

Por otro lado, Petri señaló que en la zona Atlántica de Río Negro, el riesgo está relacionado principalmente con las sudestadas, un fenómeno meteorológico que genera mareas altas y fuertes vientos. En estos casos, la prevención y el trabajo interinstitucional son esenciales. Un ejemplo de esto es la Red de Alerta de Sudestada en el Valle Inferior, que permite realizar un seguimiento constante y coordinar acciones preventivas para minimizar el impacto de estas tormentas.

En resumen, las diferencias en la geografía, los diques aluvionales y la infraestructura de regulación de agua hacen que Río Negro sea menos susceptible a eventos como la trágica tormenta que azotó a Bahía Blanca. Sin embargo, la prevención sigue siendo clave, especialmente en áreas vulnerables a las sudestadas, donde el trabajo coordinado entre las instituciones será fundamental para proteger a las comunidades.