El gobierno de Javier Milei volvió a poner en tensión la división de poderes al amenazar al juez Ernesto Kreplak por el avance de la investigación sobre el fentanilo contaminado, un caso que ya provocó más de 90 muertes en distintos centros de salud. Desde la Casa Rosada, se indicó que la recusación del magistrado podría activarse si no sigue las directrices del Ejecutivo, generando fuertes críticas desde distintos sectores por interferir en la justicia.
El comunicado oficial, difundido a través de redes sociales de la vocería presidencial encabezada por Manuel Adorni, vinculó al empresario Ariel García Furfaro, apodado “Señor del Fentanilo”, con supuestos vínculos con el kirchnerismo, señalando irregularidades en su ascenso dentro del negocio farmacéutico y contratos con el Estado.
Además, la administración de Milei intentó relacionar al laboratorio HLB Pharma con figuras del gobierno provincial, cuestionando favoritismos en la adquisición de productos y citando la relación del juez Kreplak con Nicolás Kreplak, Ministro de Salud bonaerense. Este cruce evidencia la creciente politización del caso y la presión sobre la independencia judicial.
La situación volvió a poner en evidencia el poco respeto del gobierno nacional por la autonomía del Poder Judicial, reforzando la percepción de una peligrosa continuidad de ansias de poder, en un contexto de escándalo sanitario y fuerte repercusión mediática.