El show siempre debe continuar para Lionel Messi. En su tercer partido de la temporada, La Pulga volvió a probar la vigencia de su jerarquía. en el duelo de vuelta por la primera ronda de la Concachampions, la Pulga, de 37 años, fue clave en el triunfo del Inter Miami ante Sporting Kansas City, que le dio la clasificación a la siguiente ronda de la competencia.
Ante un rival que supo cómo cerrarles los caminos al elenco rosa, que no terminó de estar cómodo en el Chase Stadium, una genialidad del capitán les dio el espaldarazo a las Garzas. A los 18 minutos, el campeón del mundo con Argentina aceleró y lanzó un pase preciso para el pique de Luis Suárez, ubicado casi como wing izquierdo. Lucho se acomodó y envió el centro bombeado y hacia atrás, para el ingreso de su amigo y socio, que paró la pelota de pecho y sacó una volea perfecta para batir al arquero John Pulskamp.
Luego, tras el abrazo con el uruguayo y sus compañeros, ensayó un festejo que se hizo viral: se llevó un puño al pecho, a la altura del corazón, miró hacia la cámara y la señaló con un índice a la lente.
Kansas no varió su plan, incluso le sacó el esférico a su contendiente y llevó peligro. Falcón sacó una chance clara en la línea y a la visita le anularon una conquista por un offside milimétrico. De contragolpe, Inter dispuso de aproximaciones que no terminaron bien resueltas. Hasta que a los 46′ volvió la antigua combinación del Barcelona. Messi alargó para Jordi Alba, quien llegó hasta el fondo por su carril, hizo la pausa y cedió al centro, donde Tadeo Allende surgió para el 2-0. A pura contundencia, Suárez puso el cuerpo 2′ después, se aprovechó de un error de la defensa de Kansas y sacó una mediavuelta para hacer gala de la contundencia de su equipo: 3-0.