Luego de la pérdida del predio privado donde funcionaba el proyecto, desde la Municipalidad garantizaron la continuidad con un terreno municipal en Isla Jordán, de mayores dimensiones, tierra más fértil y con acceso seguro al agua.
Durante años, la Huerta comunitaria local funcionó en un terreno privado cedido temporalmente. Allí decenas de vecinos cultivaron hortalizas para consumo familiar y venta local. Ese espacio, además de productivo, se convirtió en un lugar de encuentro y trabajo colaborativo. Sin embargo, la cesión llegó a su fin, dejando a los huerteros sin posibilidad de continuar con sus actividades y evidenciando la necesidad de una solución definitiva.
En este contexto, la comuna local, a través de una iniciativa formal del propio intendente Rodrigo Buteler, propuso a los huertero trasladar el proyecto a un nuevo predio propio en Isla Jordán, asegurando la estabilidad y el crecimiento de la huerta comunitaria.
El nuevo predio es propiedad del municipio, por lo que se garantiza la continuidad del programa. Cuenta con una superficie mayor, lo que permite más espacios de cultivo y la incorporación de nuevas familias. Es un lugar con suelo fértil y apto para cultivos variados. Tiene acceso directo al agua para riego, asegurando sustentabilidad. En cuanto a infraestructura se indicó que está garantizado el cercado, la organización interna, como así también áreas comunes.
Cabe recordar que el predio actual ubicado en la “La Falda”, donde funcionará hasta noviembre de este año la huerta, había sido cedido en comodato por el dueño, quien recientemente vendió las tierras. El nuevo propietario comunicó la intensión al municipio de tomar posesión luego de fin de año. Tras varios encuentros con éste, se logró que extendiera el plazo por unos meses más, considerando la complejidad de la mudanza, que estará a cargo del municipio.
Buteler manifestó que «queremos que las huertas sigan creciendo en Cipolletti. Por eso buscamos un lugar más productivo, más cómodo y, sobre todo, del municipio, para que nunca más corran el riesgo de quedarse sin tierra para producir”.
De esta manera, el municipio no solo responde a una necesidad concreta, sino que también fortalece su política de promoción de la producción local, la soberanía alimentaria y el trabajo comunitario, invitando a las mas de 50 familias que integran la huerta comunitaria a sumarse a esta nueva etapa.