La reciente incorporación del orujo de manzana seco al Código Alimentario Argentino, publicada en el Boletín Oficial a través de la Resolución Conjunta 39/2025, representa un hito para la industria frutícola de Río Negro. Este subproducto, que antes era descartado o tenía usos marginales, ahora podrá ser utilizado como ingrediente en alimentos con alto valor nutricional.
El orujo —compuesto principalmente por pulpa y cáscara— representa hasta un 30% del peso de la manzana. Su riqueza en fibra, antioxidantes y azúcares lo convierte en un insumo estratégico para elaborar galletitas, panes, barritas, infusiones o suplementos funcionales. Solo en 2024, Río Negro generó más de 115.000 toneladas, que ahora pueden convertirse en nuevos productos con identidad local.
“Estamos frente a una oportunidad concreta de reconvertir un residuo agroindustrial en un motor de desarrollo, con empleo, innovación y futuro”, destacó el secretario de Fruticultura, Facundo Fernández. La medida no solo busca reducir desperdicios, sino transformar la matriz productiva con agregado de valor, articulando con universidades, pymes y empresas de base tecnológica.
Este avance normativo permite a Río Negro alinearse con las tendencias globales que promueven alimentos saludables, producción sustentable y uso integral de los recursos. Es una apuesta concreta a la economía circular y al arraigo, que potencia al sector frutícola como generador de empleo, tecnología y soberanía productiva.