El papa Francisco celebró este fin de semana en el Vaticano la primera Jornada Mundial de los Niños, que entre ambos días congregó a unas cien mil personas. El pontífice les pidió a los infantes «rezar por la paz para que no haya guerras».
El primer día del evento se realizó en el Estadio Olímpico de Roma, mientras que este domingo la cita fue en la plaza San Pedro. Ambas jornadas contaron con la presencia de niños provenientes de un centenar de países.
Francisco les pidió que rezaran «para que todos vayamos adelante, por los padres y por la paz para que no haya guerras» y les aseguró que «Dios perdona todo, también a los que tienen tantos pecados».
«El Espíritu Santo está dentro de nosotros y nos acompaña en la vida. Dios nos creó y Jesús nos salvó», remarcó. La misa debió ser celebrada por el prefecto del Dicasterio de la Cultura, José Tolentino de Mendonça, debido a los problemas de movilidad del Papa.
La Jornada Mundial de los Niños es un nuevo evento creado por Francisco, que se celebrará cada dos años. El próximo encuentro está previsto para el 26 de septiembre de 2026, siempre en Roma.
En la celebración, el Papa recibió a un grupo de niños ucranianos y palestinos. En el estadio se leyó por los altavoces el mensaje del niño palestino Víctor, de nueve años. Dijo que «solo queremos jugar, estudiar y vivir libres como tantos otros niños en el mundo».
«Sé que ustedes están entristecidos por las guerras, que provocan muchos muchos sufrimientos. Están preocupados también por el cambio climático y sus consecuencias», planteó Francisco, quien respondió a los niños que lo rodearon y les repartió caramelos. A un pequeño que le preguntó si la paz es posible, le respondió: «La paz es siempre posible y para lograrlo hay que dar la mano al prójimo».
Además, el pontífice invitó a hablar a la multitud al actor cómico y premio Oscar de Hollywood Roberto Benigni, quién durante casi una hora se dirigió a los niños, que lo festejaron con risas y aplausos.