El Gobierno nacional anunció hoy la suspensión del viaje de Javier Milei a Tucumán para la vigilia del 9 de Julio, en un gesto inusual en vísperas del Día de la Independencia. El vocero presidencial, Manuel Adorni, informó que informes de Casa Militar y la Fuerza Aérea advirtieron sobre niebla persistente que imposibilita las operaciones aéreas, especialmente el regreso nocturno a Buenos Aires.
La cancelación ocurre en un contexto de escasa adhesión política: en contraste con 2024, cuando 18 gobernadores acompañaron al presidente al firmar el Pacto de Mayo, en esta oportunidad solo confirmarían su asistencia cuatro mandatarios: los de Tucumán, Salta, Catamarca y Misiones. El vacío es interpretado como un síntoma de tensión creciente entre el Ejecutivo y las provincias por el manejo de fondos coparticipables.
Algunos medios advierten que más allá del clima, la decisión estaría vinculada a la baja convocatoria. La Casa Rosada sostiene que se trata solo de un acto protocolar, sin la trascendencia política del acto pasado. Milei había previsto llegar cerca de las 22 y regresar pasada la medianoche, en una agenda que acompañaría a su gabinete completo.
La situación refleja tensiones más amplias: los gobernadores impulsan proyectos en el Senado para modificar el reparto de ATN y el impuesto a los combustibles, reclamos que el Ejecutivo aún no atendió. La ausencia generalizada en Tucumán alimenta especulaciones sobre el estado de su relación con las provincias.
En definitiva, lo que se planteaba como un acto federal para celebrar la independencia se convirtió en otro síntoma de la creciente fractura entre el Gobierno de Milei y los mandatarios provinciales. La suspensión por niebla podría ser el reflejo de una realidad política más profunda.