La reunión entre el gremio de controladores aéreos (Atepsa) y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) finalizó sin acuerdo y se confirmó un cronograma de diez paros escalonados que comenzarán el viernes 11 de julio. El conflicto amenaza con generar un verdadero caos aéreo justo en pleno receso invernal, cuando se espera el mayor volumen de pasajeros del año.
Las medidas de fuerza se aplicarán en días alternados a lo largo de julio, afectando más del 50% de la programación de vuelos, según fuentes oficiales. No se autorizarán movimientos en pista ni planes de vuelo durante las jornadas de paro, con consecuencias directas en cancelaciones, demoras y reprogramaciones masivas.
El plan de lucha incluye paros los días 11, 12, 13, 15, 18, 20, 24, 25, 27 y 30 de julio, siempre a partir del mediodía. Las fechas coinciden con el receso escolar de varias provincias, entre ellas Río Negro y Neuquén, lo que genera preocupación en el turismo regional, uno de los sectores más sensibles ante este tipo de medidas.
La Cámara de Líneas Aéreas, IATA y ALTA emitieron un comunicado conjunto advirtiendo que por la alta demanda será “prácticamente imposible” reacomodar a todos los pasajeros. También cuestionaron la elección del calendario de protestas, al considerarlo oportunista y perjudicial para la economía.
Desde el sector hotelero, gastronómico y del entretenimiento se sumaron voces de alarma. En Buenos Aires, donde se concentra buena parte del movimiento turístico y cultural del país, los empresarios alertaron sobre un posible derrumbe en las reservas y en la llegada de visitantes.
El Gobierno convocó a una nueva audiencia para este jueves, un día antes del primer paro. Las aerolíneas, en tanto, recomendaron a los pasajeros revisar el estado de sus vuelos y mantenerse informados a través de los canales oficiales de cada empresa.