Franco Colapinto tuvo un inicio complicado en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, al perder cuatro posiciones tras una mala largada. Y su equipo tampoco lo asistió en su primera escala en los pits.
Es que la situación se agravó cuando una detención en boxes de 7 segundos relegó al piloto argentino al último puesto. El propio Colapinto expresó su frustración ante la demora con un contundente “¡mi Dios!” vía radio.
En la primera vuelta, Colapinto, quien largó 14º tras haber superado la Q1 del sábado, intentó adelantar por la izquierda, pero el Mercedes de Kimi Antonelli bloqueó su avance, lo que dificultó aún más su recuperación en un circuito donde los sobrepasos son escasos. Así, culminó el primer giro en el lugar 18. Mientras tanto, Pierre Gasly, compañero de equipo, también perdió posiciones al inicio, aunque luego logró recuperarse y superar al argentino.
La escudería francesa lamentó el resultado inicial: “No fue la mejor largada, perdimos algunas posiciones”, publicó Alpine en redes sociales. Pero no hizo autocrítica por su muy mal manejo de las paradas en boxes. De hecho, la escena de los siete segundos (una eternidad en el mundo de la F1; los equipos de punta tardadon la mitad en el cambio de gomas) se repitió en la segunda parada del argentino, cuando ya había transitado la mitad de la carrera en Hungaroring. “¡La puta madre!“, insultó el argentino allí. ”Perdón por eso, mantengamos la cabeza gacha», le pidió su ingeniero, Stuart Barlow.