Un Fiat Duna azul comenzó a incendiarse mientras estaba estacionado en la calle Artigas al 600, en General Roca. El propietario del vehículo, quien había ingresado a una consulta médica, no imaginaba que su regreso lo encontraría con su auto envuelto en llamas. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el incidente dejó al dueño con una desagradable sorpresa: la pérdida de su vehículo.
El fuego se desató de manera repentina debido a un desperfecto mecánico en el motor, el cual comenzó a emitir humo mientras el auto permanecía estacionado. Varios vecinos fueron testigos del incidente y lograron abrir las puertas del vehículo, pero no pudieron detener las llamas, que ya se habían propagado rápidamente.
Gracias a la intervención de los bomberos, que arribaron al lugar a tiempo, el fuego pudo ser controlado antes de que se extendiera a otras propiedades cercanas. Aunque el daño material fue considerable, el propietario del auto, al regresar de su consulta médica, se encontró con la lamentable escena, pero sin víctimas que lamentar.
El hecho pone de relieve la importancia de realizar mantenimientos periódicos a los vehículos y la necesidad de contar con medidas de seguridad, como matafuegos, para evitar situaciones como esta. La prevención sigue siendo clave para minimizar los riesgos de incendios vehiculares.