Durante la misa por el Día de San Cayetano, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, ofreció un fuerte mensaje con tono social y político, en el que aseguró que “nadie se salva solo” y que la crisis actual “es responsabilidad de todos”, al igual que la búsqueda de soluciones.

Desde el santuario de Liniers, rodeado por miles de fieles que llegaron a agradecer o pedir por trabajo y alimento, García Cuerva afirmó:

“No es una situación partidaria que los jubilados la estén pasando mal o que haya gente revolviendo la basura. Nadie elige eso porque le gusta”.

Estas palabras se dan luego de la polémica generada por una publicación de Laura Alonso, vocera del Gobierno de la Ciudad, quien dijo que quienes “hurgan en la basura” podrían recibir multas de hasta $900.000. Sin nombrarla directamente, el arzobispo respondió:

“No lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad, como el hijo menor de la parábola que deseaba comer las bellotas de los cerdos”.

Además, se refirió a las medidas del gobierno porteño contra cartoneros y personas en situación de calle, impulsadas por Jorge Macri, y sostuvo:

“Somos custodios y guardianes de los más pobres, los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna, de los discapacitados y los enfermos. No podemos desentendernos de los que sufren”.

Para cerrar, pidió al santo patrono “que haga de la Argentina una casa de reconciliación” y llamó a “salir del chiquero de las descalificaciones y del odio” para construir una sociedad más humana:

“Solo desde allí podremos gestar un país más justo”, concluyó.