Boca Juniors tuvo una jornada más que olvidable, y alcanzó el límite de 11 partidos sin ganar. Se trata de la racha negativa más larga de toda su historia. En este caso fue Huracán el que se aprovechó, al vencerlo por 1 a 0 por la Liga Profesional.
El Globo hizo padecer a Boca durante los primeros 45 minutos. Presionó alto y fue peligroso en cada aproximación seria. Con el Colorado Gil como bandera, no pasó ningún sobresalto en defensa y mereció ampliamente el gol.
Las oportunidades llegaron de entrada, con un cabezazo de Nehuén Paz que se fue apenas alto en un córner. En medio del desconcierto Xeneize, un disparo de Rodrigo Cabral se desvió en Advíncula, y se fue al córner tras pegar en el travesaño. En la continuidad de esa acción, Pereyra ganó en el área y Marchesín tapó de milagro con el pie.
Lejos de acomodarse, Boca siguió estando al borde del knockout, que estuvo cerca de darse con un centro desde la derecha que Tissera no tocó por muy poquito. El propio futbolista de Huracán tuvo su revancha con un mano a mano en el cierre del primer tiempo, pero Marchesín se vistió nuevamente de héroe.
El complemento del equipo de Russo fue un poquito mejor, teniendo en cuenta que la etapa inicial había sido realmente muy negativa. Sin embargo, le costó atacar y su imagen fue la de un elenco apático y sin ideas.
Huracán mermó en lo ofensivo, y rompió la modorra recién a los 16’. Ibáñez apretó y le robó el balón a Paredes para luego asistir a Gil, que remató al cuerpo de Agustín Marchesín. A esa altura, el uno ya era la figura de Boca.
Tres minutos más tarde, el dueño de casa por fin abrió la cuenta con un verdadero golazo, cuando Matko Miljevic sacó un derechazo envidiable desde afuera del área que se clavó en el ángulo e hizo estéril el esfuerzo del arquero visitante.