El fuego, impulsado por el calor extremo y fuertes vientos, arrasó viviendas y edificios en Chubut. Brigadistas trabajan para contener las llamas en una temporada marcada por la sequía y las altas temperaturas.
Un incendio forestal descontrolado en la localidad de Epuyén afectó unas 2.000 hectáreas y obligó a evacuar a más de 200 familias. Las llamas, avivadas por fuertes vientos y altas temperaturas, destruyeron 50 viviendas, un edificio público y parte de una escuela, aunque el foco principal ya no representa un peligro para los habitantes, según informó el gobernador Ignacio Torres.
«El fuego tuvo un crecimiento exponencial por las condiciones climáticas», explicó Torres, destacando que la situación se estabilizó gracias al esfuerzo de 270 brigadistas, bomberos voluntarios, aviones hidrantes y un helicóptero. A pesar de las pérdidas materiales, no se reportaron heridos graves, solo lesiones leves entre los involucrados en las tareas de emergencia.
Este incendio se suma a otros focos activos en la Patagonia, como el del Parque Nacional Nahuel Huapí, que consumió más de 4.200 hectáreas desde diciembre. La región enfrenta un verano crítico, con sequías prolongadas y temperaturas extremas que agravan el riesgo de nuevos desastres.