El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que la inflación de abril fue del 2,8%, con una variación interanual del 47,3%. Se trata del registro mensual más bajo desde octubre de 2022 y el primero tras la eliminación del cepo cambiario por parte del Gobierno nacional, lo que lo convierte en un dato clave para la evaluación del rumbo económico actual.
El rubro Alimentos y Bebidas no alcohólicas, que tiene la mayor incidencia en el bolsillo de la población, aumentó un 2,9%, con subas destacadas en carnes, lácteos y panificados. Restaurantes y hoteles (4,1%) y Recreación y cultura (4%) lideraron los aumentos, mientras que Transporte (1,7%) y Equipamiento del hogar (0,9%) fueron los sectores con menores alzas.
Desde el Ministerio de Economía destacaron que este dato representa la inflación interanual más baja de los últimos cuatro años, y que es el duodécimo mes consecutivo de desaceleración. Según la cartera, este fenómeno se sostiene por el “superávit fiscal, cantidad de dinero fija y tipo de cambio libre”.
En ese marco, el presidente Javier Milei insistió en que la salida del cepo no generó un salto inflacionario. Durante un evento reciente con empresarios, aseguró que ni el dólar ni los precios “reaccionaron de manera drástica”, buscando mostrar control y previsibilidad frente a la desconfianza inicial que generó la liberalización del mercado cambiario.

Sin embargo, para diversos sectores sociales y analistas económicos, la baja de la inflación se da en un contexto de fuerte ajuste sobre el gasto público y recortes que afectan especialmente a los sectores más vulnerables. La estabilidad en los precios se sostiene, en gran parte, a costa de una caída marcada del consumo, pérdida del poder adquisitivo y parálisis en diversas áreas del Estado.
Consultoras privadas como PxQ, LCG, Analytica y Equilibra habían estimado cifras similares o levemente superiores para abril, con variaciones en los alimentos que mostraron aumentos en carnes y verduras, pero también algunas bajas en frutas y productos lácteos. El dato oficial terminó confirmando una desaceleración sin picos bruscos en los rubros más sensibles.
Con el dato de abril, el Gobierno nacional refuerza su narrativa de éxito en la lucha contra la inflación, uno de los pilares de su gestión. No obstante, el camino elegido implica altos costos sociales y una economía que aún muestra signos de recesión. El desafío será mantener la tendencia sin profundizar las consecuencias negativas sobre el tejido productivo y social del país.