El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la inflación de mayo fue del 1,5%, la más baja desde mayo de 2020. A nivel interanual, los precios acumularon un 43,5% de aumento, mientras que en los primeros cinco meses del año el incremento fue del 13,5%. El dato, que coincide con estimaciones privadas, consolida la tendencia a la desaceleración y representa un punto a favor para el Gobierno nacional en su plan de estabilización.

En Río Negro, la Dirección de Estadísticas y Censos reportó una inflación del 0,78% en mayo, por debajo del 1,81% de abril. En tanto, en Neuquén fue del 1,9%, también en descenso. Ambas provincias mostraron una baja significativa en alimentos, transporte y comunicaciones, rubros que venían impulsando la suba de precios en meses anteriores.

En la Ciudad de Buenos Aires, la inflación fue del 1,6%, el menor registro desde junio de 2020. La caída general de precios se notó especialmente en alimentos frescos: en todo el país, productos como lechuga, tomate, naranja y limón bajaron hasta un 25%. El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas subió apenas un 0,5%, mientras que transporte casi no tuvo variaciones.

Aunque el índice de mayo es una señal positiva, persisten desafíos estructurales. La economía sigue mostrando signos de recesión, con caída en el consumo, contracción del crédito y pérdida del poder adquisitivo. A eso se suma la presión de las paritarias bajo control oficial y el freno a aumentos tarifarios, que explican parte de la desaceleración.

Desde el Gobierno destacan que la baja en la inflación es consecuencia de una política fiscal ordenada y de una gestión prudente del gasto público. También señalan que el dato de mayo “marca un punto de inflexión” en la lucha contra la inflación, al consolidarse tres meses consecutivos por debajo del 5%.

Los datos regionales refuerzan ese análisis. En Río Negro, la inflación acumulada del año es del 9,01% y la interanual se ubica en 35,68%, cifras muy por debajo del promedio nacional. En Neuquén, el acumulado anual llega al 16,4% y la interanual al 56,3%, también mostrando una curva descendente.

Con este escenario, el Gobierno apuesta a que la estabilidad de precios siente las bases para una recuperación gradual de la actividad. No obstante, analistas advierten que para que la baja inflación se traduzca en una mejora del bolsillo, será necesario reactivar el consumo y recomponer los ingresos reales, hoy todavía muy golpeados.