El partido se había interrumpido por incidentes generados por hinchas marroquíes que tiraron petardos y proyectiles al campo. La jugada no se revisó en su momento. Los futbolistas se metieron en el vestuario. El informe oficial oscilaba entre suspendido y terminado. Finalmente, después de una hora y media, se les pidió a los 22 protagonistas que ingresen a la cancha para reanudar los tres minutos que restaban. El árbitro fue al Var y anuló el gol de los argentinos por un offside en el empate.