El presidente Javier Milei fue recibido este domingo en Berlín por el canciller de Alemania, Olaf Scholz, en una breve reunión que marcó su primer encuentro bilateral con un jefe de Estado perteneciente a un partido socialdemócrata en los seis meses que lleva de gestión.
Milei llegó a la Cancillería alemana este mediodía, las 7 de la mañana en Argentina, y ambas delegaciones estuvieron reunidas por alrededor de una hora. Fuentes del gobierno alemán señalaron que el Presidente rechazó los honores militares y la posibilidad de una conferencia de prensa conjunta, algo habitual en estas ocasiones.
Uno de los voceros alemanes, Steffen Hebestreit, adelantó el viernes que «es una reunión de trabajo muy corta, por deseo -lo digo expresamente- del presidente argentino». La agenda incluyó la guerra en Ucrania, la relación entre la Unión Europea y el Mercosur y las exportaciones de litio argentino, según reportó Infobae.
Tal como ocurrió este sábado en Hamburgo, donde manifestantes de izquierda y antifascistas se pronunciaron en contra del mandatario libertario en los muelles de Landungsbrückenm, varias docenas de personas se reunieron afuera de la Cancillería para repudiar la presencia de Milei.
Esta fue la actividad institucional más importante de la actual gira europea de Milei, quien este viernes recibió una condecoración de la presidenta de la Comunidad de Madrid, la derechista Isabel Díaz Ayuso, y el sábado fue distinguido por la Sociedad Hayek, una asociación liberal alemana.
El lunes pasado, en la previa del viaje, el vocero alemán calificó de «falta de gusto» los ataques de Milei contra su par de España, Pedro Sánchez. «Este Gobierno no puede estar diciendo lo que segundas partes dicen de terceros. De vez en cuando sí lo hace, pero en este caso no, porque fue tan claro y falto de gusto que no hace falta decir nada», enfatizó.
La última parada de la gira será en República Checa, donde este lunes el mandatario argentino se entrevistará con el primer ministro, Petr Fiala, y se reunirá con empresarios en Praga. También recibirá el Premio del Instituto Liberal en el Palacio Zofin de la capital checa y visitará en privado al presidente Petr Pavel.