Sergio Massa giró su estrategia electoral a la idea de presentarse como el “presidente de los trabajadores”. Por eso, cerró su primer tramo de la campaña en una fábrica y repite una y otra vez que fue el responsable de eliminar la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, hasta ahora se reunió con gobernadores, intendentes y empresarios, mientras que la cúpula de la Confederación General de los Trabajadores (CGT) espera su visto bueno para organizarle un nuevo acto de respaldo.
Si bien sabe de la importancia de contar con el acompañamiento del sector gremial, por el momento, la foto del ministro candidato con dirigentes sindicales depende del desarrollo de este nuevo tramo de la campaña camino al balotaje, donde Massa busca captar votantes del schiarettismo y de Juntos por el Cambio, que no siempre aprueban la política de los “gordos de la CGT”.
La nueva campaña de Massa
El giro que dio el oficialismo entre las PASO y las generales de octubre, le permitió al tigrense ser el candidato más votado, con casi seis puntos de diferencia con Javier Milei y más de 13 con Patricia Bullrich.
Las presiones se iniciaron desde las bases y obligaron a gobernadores e intendentes a cobrar protagonismo, pero también fueron los sectores sindicales los que reforzaron la militancia, ante la amenaza de que gane un proyecto de gobierno que proponga una reforma laboral.
Cuando Massa anunció el envío del proyecto para eliminar Ganancias, la CGT le organizó un acto en Plaza de Mayo; el segundo escenario al que subieron al tigrense fue en la Plaza de los dos Congresos, cuando se aprobó la iniciativa. Además, cada vez que el ministro atravesó una crisis, fue la cúpula de la central obrera la que lo secundó, con fuertes mensajes de respaldo. También fueron quienes militaron su fórmula dentro de la interna.