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La UNRN demuestra que la universidad pública es un motor de inclusión social: el 46,6% de sus estudiantes son pobres

El debate generado por la afirmación del presidente Javier Milei sobre el carácter de la universidad pública como un beneficio solo para los «hijos de los ricos» ha provocado una respuesta clara y contundente desde la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), que muestra datos reveladores sobre la realidad socioeconómica de su estudiantado. Según un informe de la Oficina de Aseguramiento de la Calidad (OAC) de la UNRN, casi la mitad de los estudiantes provienen de sectores de menores ingresos, concretamente el 46,6% de los estudiantes pertenecen a los primeros quintiles de ingresos familiares, lo que contradice la visión de Milei sobre la exclusividad de la universidad pública para las clases altas.

Puntos clave del informe:

  1. Composición socioeconómica del estudiantado:
    • El 25,5% de los estudiantes proviene de familias con ingresos en el primer y segundo quintil, lo que indica que una parte significativa del estudiantado es de sectores de bajos ingresos.
    • A lo largo de los últimos 15 años, la universidad ha visto un aumento en la representación de estudiantes de estos quintiles más bajos, lo que señala una mayor accesibilidad a la educación superior.
  2. Tendencia de inclusión social:
    • El crecimiento en la presencia de estudiantes de bajos ingresos en las universidades es parte de una tendencia nacional, donde la proporción de jóvenes de familias con menores recursos en la universidad casi se triplicó entre 1996 y 2023.
  3. Impacto de las políticas inclusivas:
    • Las políticas de inclusión, como el ingreso libre e irrestricto, han tenido un impacto positivo en la incorporación de estudiantes de sectores populares. Sin embargo, también se han identificado barreras históricas que limitan la igualdad de condiciones y oportunidades entre los estudiantes de diferentes estratos socioeconómicos.
  4. Desafíos para el acceso y desempeño:
    • Aunque la accesibilidad ha mejorado, siguen existiendo desigualdades estructurales, como el acceso a recursos educativos, que afectan el desempeño y la permanencia de los estudiantes de bajos recursos. Las universidades, como la UNRN, deben continuar invirtiendo en recursos para compensar estas desigualdades y garantizar la equidad en la formación universitaria.
  5. Relación entre educación y ascenso social:
    • El informe subraya que la educación superior pública actúa como un motor de inclusión social y económica, brindando a los estudiantes de sectores desfavorecidos la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida y acceder a mayores oportunidades laborales.

Respuesta crítica a la afirmación de Milei:

El estudio de la UNRN y otros datos similares proporcionados por la consultora exQuanti desmienten la idea de que la universidad pública solo beneficia a las clases medias y altas. Por el contrario, muestran que la universidad es una vía de ascenso social para muchos jóvenes provenientes de familias de bajos ingresos, subrayando su papel clave en la promoción de la equidad.

Por lo tanto, el análisis de la UNRN revela que, si bien existen desafíos y desigualdades estructurales, la universidad pública continúa siendo un espacio de inclusión y una herramienta fundamental para el avance social y económico de quienes provienen de sectores más empobrecidos. Esto desarma la narrativa presentada por el presidente y respalda el papel esencial que juega la educación superior pública en la movilidad social en Argentina.