La aerolínea low cost Flybondi atravesó una situación complicada tras una seguidilla de cancelaciones y demoras que afectaron a cientos de pasajeros en diversos puntos del país. En solo dos días, al menos 12 servicios fueron cancelados, según pudo relevar este medio por testimonios de usuarios, generando un impacto significativo en la movilidad de los viajeros y provocando una ola de quejas en redes sociales.
Entre los vuelos afectados el lunes 25 de noviembre, según dichos de pasajeros y fuentes del sector aeronáutico, se encontraron los servicios hacia Corrientes, a Mendoza a Posadas y hacia Puerto Madryn. Al día siguiente, martes 26, la lista de cancelaciones incluyó rutas clave como Bariloche, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Iguazú, Jujuy, Mendoza, Posadas y Salta. La lista de destinos afectados no fue avalada por la empresa, que no proveyó sus propios datos.
Desde Flybondi, voceros explicaron a este medio que los problemas se debían a razones operativas vinculadas a la disponibilidad de su flota. Un vocero detalló: “Hace tiempo que la cadena de suministro de la industria es compleja y eso genera mayores tiempos de abordaje de los temas técnicos que pueden presentar los aviones. Un tema que antes se resolvía en el día, hoy se tarda hasta 96 horas. Entonces, cualquier tema operativo, totalmente común en la industria, impacta en la programación del día”.
“La complejidad para girar divisas desde 2023 fue devastadora para las industrias, y especialmente para la aerocomercial que tiene una lógica internacional y no local. Entre el 60% y 70% de los costos de las aerolíneas se pagan en dólares (leasing de aviones, repuestos, sistemas, simuladores de vuelo, procesos de mantenimiento programado, etc) mientras su recaudación es en pesos y la mayoría de sus proveedores no son locales”, agregaron ante la repregunta respecto a qué había retrasado los procesos técnicos necesarios.
“Es a partir de estas actas que comienza el proceso de infracción y la eventual sanción en caso de corresponder”, agregaron y, más aún, dijeron que “si bien desde la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía de la Nación se viene implementando una política de mayor libertad aerocomercial con las desregulaciones necesarias para que las empresas del sector puedan mejorar su capacidad operativa, eso conlleva una mayor responsabilidad para el cumplimiento de sus obligaciones. Es por ello que se han intensificado los controles y sanciones”.
Fuentes del Gobierno agregaron que, de corresponder, habrá sanciones para la empresa.
Los pasajeros afectados manifestaron su frustración por la falta de previsibilidad y los altos costos adicionales que implicó completar sus viajes. Muchos utilizaron las redes sociales para exponer sus casos, criticando la falta de comunicación efectiva por parte de la aerolínea y la escasa asistencia durante las largas esperas.
Una de las historias más representativas del impacto en los pasajeros fue la de Nélida, de 43 años, residente de Boedo. Ella había viajado unos cuatro días con fines turísticos y esperaba retornar a Buenos Aires el lunes 26 en un vuelo programado desde Salta a las 20:30. Sin embargo, recibió una notificación de Flybondi casi 24 horas antes informando que su vuelo estaba cancelado sin posibilidad de reprogramación en el mismo día.
Nélida intentó resolver su situación llamando al 0800 de la aerolínea, pero aseguró que solo después de tres horas de insistencia le ofrecieron un vuelo alternativo que partía desde Jujuy a las 10:30 de la mañana. Esto implicaba un gasto extra de $35.000 en remises para trasladarse desde Salta y asegurarse de llegar al aeropuerto de Jujuy a las 7 de la mañana, además de otros $15.000 por un nuevo check-in. Los costos extra equivalen a un 33% del valor que pagó por el pasaje.
La odisea de Nélida no terminó ahí. Una vez en el aeropuerto, el vuelo experimentó una sucesión de postergaciones: inicialmente se reprogramó para las 11:30, luego a las 12:30, más tarde a las 13:30, después a las 14:20, luego a las 16:20 y finalmente despegó a las 20:15. Durante esas interminables horas de espera, los empleados de la aerolínea no estaban obligados a brindar información actualizada a los pasajeros. Los afectados solo recibieron vouchers para un almuerzo y una merienda, consistentes en una gaseosa y un sándwich por persona. Nélida finalmente llegó a Aeroparque a las 22:45.
“Nunca nos informaron qué pasaba y los horarios nuevos que fijaban cambiaban todo el tiempo. Un pasajero que corría riesgo de perder un vuelo a Zurich tuvo que pagar otro vuelo, por Aerolíneas Argentinas, para no perder su conexión. Había una pasajera que viajaba a operarse, chicos. Fue caótico”, dijo la pasajera a este medio.