Comenzaron a llegar al Alto Valle los primeros cargamentos de carne con hueso provenientes del norte del río Colorado, tras la flexibilización de la histórica barrera sanitaria. En carnicerías de Cipolletti y General Roca ya se observan piezas provenientes de frigoríficos del norte, aunque el panorama está atravesado por incertidumbre sobre cómo se aplicarán los controles del SENASA y si los productos cumplen con las condiciones sanitarias exigidas.

El principal foco de discusión gira en torno a la interpretación de la resolución del SENASA, que exige un «doble envasado». Mientras los frigoríficos afirman cumplir con bolsas dobles, desde el sector cárnico regional sostienen que debería tratarse de un envasado al vacío seguido de una caja, lo que encendió las alertas en los controles sanitarios.

Desde Cipolletti, José Luis Bunter confirmó que ya se recibieron pedidos en “manta y colgado, con bolsa”, y aunque los precios mayoristas llegan con cierta rebaja, los carniceros dudan de que eso se traduzca en una baja sostenida para el consumidor. “No habrá un impacto significativo”, advirtieron.

En varias carnicerías del Alto Valle señalan que la calidad del producto es distinta a la habitual. Las medias reses del norte son de animales pesados, criados para exportación, con mayor proporción de grasa y menor terneza. “No es lo que estamos acostumbrados a vender acá”, explicó un comerciante de Roca.

Por estas horas, algunos frigoríficos —como el General Pico, de La Pampa— optaron por postergar los envíos a la región hasta poder cumplir con todos los requisitos sanitarios exigidos. Apuntan a ingresar con cortes envasados al vacío y en caja, lo que podría evitar controversias en los controles del SENASA.

Desde el sector comercial del Alto Valle indicaron que seguirán observando cómo evoluciona la situación. Por el momento, no hay expectativas de cambios significativos en los precios de los cortes habituales, y el asado con hueso se suma como una alternativa más, sujeta a evaluación por parte de los consumidores.