Con el Cónclave a la vuelta de la esquina, los cardenales comenzaron a llegar al Vaticano para prepararse de cara a la elección del próximo Papa. Desde todos los rincones del mundo, los electores se encuentran en un ambiente de charlas discretas, encuentros informales y algunas cenas reservadas donde ya empiezan a sonar nombres.

La residencia de Santa Marta, donde vivió y falleció recientemente el Papa Francisco, se transforma en estos días en el epicentro de la actividad. Allí se alojan los cardenales, participan de rituales litúrgicos y mantienen reuniones que serán clave para definir alianzas y evaluar posibles candidatos.

Entre los detalles llamativos, se supo que las habitaciones se asignan por sorteo para evitar cualquier tipo de discusión. También se implementa un estricto toque de queda y, como dato curioso, varios cardenales ya habrían arrasado con los minibares disponibles, en medio de la tensión y las largas jornadas.

El calendario marca el 7 de mayo como el inicio formal del Cónclave. Hasta entonces, los cardenales aprovecharán cada momento para conocerse mejor, afinar sus estrategias y, de paso, reforzar los vínculos personales que podrían ser determinantes en la votación.

El Cónclave es el proceso mediante el cual se elige al nuevo Papa, una ceremonia cargada de tradición que se celebra a puertas cerradas en la Capilla Sixtina. La elección de Francisco en 2013 marcó un cambio profundo en la Iglesia, y ahora todas las miradas están puestas en quién será su sucesor.