Luego del triunfo histórico del sábado ante los Springboks por 29-28 en Santiago del Estero, Los Pumas quedaron a un paso (deberán cumplir una serie de requisitos) de poder conquistar por primera vez en su historia el Rugby Championship. Si bien el campeonato parece cercano y la ilusión crece minuto a minuto, hay una situación que genera una gran incertidumbre para nuestro país y tiene que ver con el futuro de esta competencia y sus formas de disputa.
Esto se debe a las versiones que se dieron a conocer meses atrás, las cuales aseguran que Nueva Zelanda y Sudáfrica, dos grandes potencias de la disciplina, están muy cerca de cerrar un acuerdo con el objetivo de competir más entre ellos mismos y realizar giras cada cuatro años, en detrimento del Rugby Championship, lo que dejaría a la Argentina en una situación sumamente complicada en estos periodos.
Este proyecto entre los All Blacks y los Springboks comenzaría recién en 2026, ya que el contrato con el Championship finalizará la próxima temporada y su continuidad no está asegurado. En caso de que el campeonato no detenga su marcha, Los Pumas se verían perjudicados en esos años, ya que la intención de sudafricanos y neozelandeses es reducir la cantidad de encuentros que disputen en el torneo del hemisferio sur. Su objetivo sería pasar de jugar tres partidos en esas fechas (una sola ronda) y no seis como se hace actualmente, quitándole la prioridad a este certamen.
Esta novedad puede afectar notablemente al combinado nacional, que viene siendo parte de la competencia desde el 2012, demostrando un gran avance a lo largo de estas temporadas, en donde ha logrado imponerse ante todos los rivales y dar pelea en la actualidad.
Sumado a ello, en los años mundialistas el formato se reduce a la mitad, por lo que Argentina podría perder ritmo de competencia ante los elencos de primer nivel, una situación que obligaría a la UAR a tomar cartas en el asunto lo antes posible.