El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pronuncia este lunes un duro discurso ante la Legislatura bonaerense, en el marco de la apertura del 152° período de sesiones ordinarias. El foco, dijo que por una «circunstancia muy oscura y sombría», fue de extrema crítica a la gestión de Javier Milei, a la que definió como «un extravagante experimento». «Los problemas no se solucionan con motosierra ni con dinamita ni con ajuste», apuntó el mandatario kirchnerista, contra el gobierno libertario.
Fue particularmente agudo en la confrontación. «El presidente Milei no quiere achicar el Estado, quiere desintegrarlo, y lo reconoce», lanzó Kicillof.
«Me hubiera gustado empezar esta segunda etapa en un contexto diferente al que atravesamos. Estamos pasando pro una circunstancia muy incierta y sombría. En virtud de la gravedad inédita del contexto hoy no puedo limitarme a hacer la tradicional exposición central exclusivamente en el desarrollo de la gestión del ámbito bonaerense», arrancó el gobernador.
Debía pronunciar su discurso el pasado viernes, pero lo trasladó al lunes para no superponerse con el presidencial.
Tras su justificar su foco discursivo puesto en Milei, pasó a abordar lo que definió como «el extravagante experimento al que está siendo sometida la Argentina» que, según su mirada «exige acciones extraordinarias del gobierno provincial».
Kicillof intentó quitarle a Milei el discurso del cambio. «No queremos que las cosas sigan como están. No somos el gobierno de la continuidad, somos el verdadero gobierno de la transformación», se autodefinió el gobernador que fue reelecto.
Entonces pasó a las diferencias con Nación. «Pero esta voluntad de transformar no implica saltar al abismo o experimentar con recetas esotéricas, anacrónicas, importadas o fracasadas por impactantes que parezcan», contrastó.
Kicillof le dio el crédito electoral a Milei pero se lo delimitó. «No está respetando la voluntad de los bonaerenses y a sus representantes», dijo y se introdujo en las disputas que el Gobierno sostuvo con distintas provincias por recortes de fondos.
«En ninguna provincia argentina ganó el candidato a gobernador de La Libertad Avanza. Implica que deberá aprender a convivir con gobernadores elegidos a través de los mismos mecanismos que lo transformaron a él presidente», pretendió marcarle la cancha a Milei.
«No se trata de apriete, de extorsiones, de fundir, de amenazar, de insultar o agredir a quienes no están de acuerdo con sus ideas o proyectos», sostuvo Kicillof.
También cuestionó la definición presidencial de considerar al Estado una «organización criminal». «Criminal es parar obras de cloacas, agua, vivienda, ruta; interrumpir de un día para el otro la transferencia de recursos que son para la seguridad, el transporte y la educación», contrastó.
Y remató ese pasaje con dureza. «El pueblo en la historia juzgará como imperdonable la indiferencia y hasta el goce sádico por el sufrimiento ajeno que estamos presenciando», apuntó el bonaerense.
Para Kicillof no solo Milei aplica «un plan de ajuste tradicional y catastrófico» sino que «está desertando de sus obligaciones más constitutivas, de sus tareas más elementales irrenunciables».