Los postulantes presidenciales de Unión por la Patria, Sergio Massa, y de La Libertad Avanza, Javier Milei, protagonizaron un vibrante debate presidencial repleto de cruces en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Exactamente una semana antes de la segunda vuelta electoral, los postulantes nacionales buscaron sacarse ventaja y quedar mejor posicionados de cara al turno final en las urnas, que definirá quién de los dos será el próximo presidente de los argentinos.
Entre propuestas, discusión y chicanas, Massa tomó el control del ritmo del primer tramo del debate, cuando forzó a Milei a contestar «por sí o por no» a los principales postulados de su plataforma electoral.
El libertario ratificó que dolarizará la economía argentina y que su objetivo es cerrar el Banco Central, además de aclarar que por el momento no tocará las tarifas.
Al hablar de economía, se dio el primer cruce cuando Milei acusó de «mentir» al ministro de Economía, que a su vez lo tildó de «agresivo».
«No te agredí, no mientas expreso con pasión la indignación que genera tu gobierno. Si un mentiroso dice que alguien es un mentiroso, el acusado es el que dice la verdad. Si vos fueras Pinocho, ya me hubieras lastimado un ojo», le dijo el diputado nacional.
«Estamos ante alguien que o mintió toda la campaña o esta mintiendo esta noche», cuestionó Massa.
Al debatir de Relaciones de Argentina con el mundo, Massa siguió con su rol de interrogador y le preguntó al libertario por el Papa Francisco, Malvinas, Brasil y China.
El ministro de Economía sostuvo que el libertario había llamado a Francisco como «representante del maligno» en la tierra y le preguntó si le iba a pedir perdón, algo que también hizo en el debate anterior.
«Lo que diga un integrante o un seguidor no quiere decir que sea la posición de La Libertad Avanza», afirmó Milei, y luego agregó: «No tengo problemas en pedir disculpas cuando uno se equivoca».
Luego, el líder del Frente Renovador también lo cuestionó por haber destacado la figura de la ex primera ministra del Reino Unido Margaret Thatcher, a quien calificó como «enemiga» de la Argentina.
«Es una enemiga de la Argentina, ayer hoy y siempre y para mí no es una figura», resaltó Massa, que invitó a la tribuna al ex jefe del Ejército Martín Balza.
En el tercer eje, el de Educación, el líder del Frente Renovador siguió en el centro del rin, dándose uno de los momentos más calientes, cuando Massa lo desafió a hacerse un psicotécnico.
El candidato oficialista habló de la «capacidad y el equilibrio mental» que debe tener un Presidente y Milei ironizó: «¿Y vos lo tenés?».
«Hagamos el psicotécnico los dos, que te negaste», resaltó Massa, que en ese marco, sacó a relucir un dato no conocido hasta el momento sobre que el libertario había trabajado en el Banco Central, a lo que le atribuyó sus ganas de «destruir» esa entidad.
Milei admitió que trabajó como «pasante», y el líder del Frente Renovador le reclamó que diga «por qué se fue».
«¿Por qué no te la renovaron? Contale a la gente, entiendo que estés enojado con el Banco Central porque en algún momento te sentiste rechazado», evaluó.
Al habar de seguridad, Milei tomó la posta y tras cuestionar la doctrina «Zaffaroni», afirmó: «Reconozco que fue bueno lo que hiciste en Tigre, pero cada vez que fue a las elecciones tu mujer perdió siempre. O te conocen demasiado a vos».
El debate tuvo un nuevo esquema, adaptado a la dinámica de dos candidatos, por lo que se dieron intercambios a fondo sobre los temas abordados.
Tras la pausa, Massa dejó de lado las preguntas «por sí o por no», y el libertario logró emparejar el protagonismo de la discusión y pudo atacar con datos duros, sobre todo de trabajo y educación.
Los candidatos repartieron invitaciones a sus dirigentes más allegados para que los acompañaran en la UBA.
En el caso de Massa, se mandaron invitaciones sorpresa como el ex diputado Francisco De Narváez; Carlos Maslatón y el ex jefe del Ejército Martín Balza.
Además, estaban presentes los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Santa Fe, Omar Perotti; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; la diputada Natalia de la Sota; el ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey; la diputada Graciela Camaño; y la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau.
También el candidato a vicepresidente, Agustín Rossi; el diputado Alejandro «Topo» Rodríguez; la titular del Partido Socialista, Mónica Fein; la diputada Paula Penacca; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el embajador en España, Ricardo Alfonsín; la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; y el diputado Leopoldo Moreau, entre otros.
El ministro de Economía llegó acompañado por su esposa y titular de Aysa, Malena Galmarini. En el caso de Milei, no estaba presente su pareja, la humorista Fátima Florez.
Sí estaban su candidata a vicepresidenta, Victoria Virralluel; las diputadas electas Lilia Lemoine y Marcela Pagano; el legislador porteño Ramiro Marra; el diputado electo Bertie Benegas Lynch; y los padres de Milei, además de su hermana y jefa de campaña, Karina Milei.
También asistieron Guillermo Francos, la diputada nacional Carolina Píparo; la electa Diana Mondino; el riojano Martín Menem;
Santiago Caputo; Guillermo Ferraro, Carlos Kikuchi y Sandra Pettovello, entre otros.